
Siempre me he preguntado si realmente existe la libertad verdadera. Cuando me pongo a pensar en esta cuestión, me doy cuenta de la enorme cantidad de trabas que hay para alcanzar la tan anhelada libertad.
Desde que somos niños nos vemos limitados por una serie de reglas establecidas ya sea por nuestros padres, la escuela o la sociedad misma. En algún momento llegamos a pensar que la puerta de entrada a la libertad se abre cuando llegamos a los 18 años,en estos momentos tengo 21 años y me doy cuenta de que no me siento más libre que cuando tenía 10.
Después de pensar por unos instantes en esta situación me di cuenta de que son muchos los factores los que no nos permiten ser libres, ya sea el dinero, las leyes, las normas sociales; el estilo de vida tan acelerado al que estamos acostumbrados muchas veces nos encierra cada vez más en nuestra propia prisión.
A pesar de lo triste y sombrío que luce este panorama de eterno encierro, creo que lo que los seres humanos buscamos toda la vida es libertad. Sin embargo, la libertad en exceso también puede hacer daño ya que a veces el no saber utilizarla puede dañar a otras personas e incluso a uno mismo.
No obstante, sigo preguntándome si existe la libertad plena, aunque no puedo contestar a esta pregunta, puedo imaginarme que si en verdad existe, la sensación de ser libre debe ser una de las mejores experiencias que puede haber en esta vida.
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